Contadora Pública U.B.A. - Matriculada

DESMENTIMOS el Síndrome del emprendedor monotributista: Mentalidad de escasez.

De la escasez a la abundancia: el "detox mental" para que tu negocio (¡y tus números!) despeguen


¡Hola, emprendedora! Soy Contadora Olivero, y hoy vamos a hablar de algo que no figura en ningún balance, pero que impacta directamente en tu cuenta de resultados: tu mentalidad. (aguantá Gémini jajjajajaja)


En el camino de emprender, la forma en que pensamos puede ser el freno o el motor más potente. En esta nota, vamos a explorar dos caras de una misma moneda: la mentalidad de escasez y la mentalidad de abundancia. Veremos cómo cada una influye en el destino de tu negocio, y lo más importante: cómo identificar si te está frenando la escasez y cómo entrenar tu mente para vivir en abundancia, superando obstáculos y alcanzando tus metas.

Pero antes, hagamos un pequeño viaje a los orígenes de estos conceptos.


Mentalidades: El punto de partida de tus decisiones


La mentalidad de escasez y la de abundancia son dos lentes con los que elegimos ver la vida, el éxito y los desafíos, tanto en lo personal como en lo empresarial. Son conceptos que vienen de la psicología y la filosofía, y que hoy son claves en el mundo de los negocios.

Mentalidad de Escasez: "No alcanza para todos"

Esta mentalidad nace de la creencia de que los recursos son limitados, y la vida es una competencia constante. Se basa en el miedo a que "falte algo", la preocupación excesiva por el futuro y la sensación de que, si uno gana, otro pierde. Las personas con esta mentalidad suelen ver el mundo como un lugar hostil.

Psicólogos como Stephen R. Covey (el de "Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva") han explicado cómo esta visión nos limita para crecer. Es la mentalidad que te hace pensar: "Si a mi competidor le va bien, a mí me irá mal".

Mentalidad de Abundancia: "Hay para todos (¡y mucho más!)"

Por el contrario, la mentalidad de abundancia se basa en la creencia de que los recursos son ilimitados y que siempre hay espacio para crecer y tener éxito. Quienes tienen esta mentalidad ven oportunidades por todos lados y creen que el éxito de uno no le quita nada al éxito de otro. Esta visión te impulsa a colaborar, a ser creativo y a mantener el optimismo.

Autores como Carol S. Dweck, con su libro "Mindset: La nueva psicología del éxito", han demostrado cómo esta mentalidad lleva al crecimiento y a la conquista de metas ambiciosas.


Yo se que vivimos en Argentina, y que esta visión deja de lado muchas realidades sociales que lejos estan del "mundo ideal" que nos venden desde yanquilandia, pero acá quiero hablar de creencias internas. Esa vocecita que te dice "mejor no publiques hoy eso porque quizás mañana no tenés qué publicar" o esa que guarda "por si mañana falta", cuando tu realidad ya despegó de ese discurso.


Tu mentalidad en el día a día de tu negocio: ¿Cómo te afecta?


En el mundo emprendedor, estas mentalidades son cruciales. Influyen en cada decisión que tomás, en la cultura que construís en tu negocio y, en última instancia, en tu éxito a largo plazo.


¿Estás en "modo escasez"? Señales de alarma:


Es importante hacer un autoexamen y detectar si algunas de estas actitudes te están frenando:

Si te identificaste con algunos de estos puntos, ¡felicitaciones! El primer paso es reconocerlo. Ahora, ¡manos a la obra para cambiar!


¡Activá tu mentalidad de abundancia! Pasos prácticos:


  1. Aprendé de los fracasos (¡son tus mejores maestros!): Los emprendedores con mentalidad de abundancia no tienen miedo de equivocarse. Ven cada obstáculo como una oportunidad para aprender y mejorar, acercándose un paso más a su objetivo. Dejá el ego de lado, analizá el error, tomá nota de lo que no funcionó y trazá un nuevo camino.
  2. Enfocate en las soluciones (¡y dejá de dar vueltas al problema!): Cambiar tu perspectiva y buscar soluciones efectivas es clave. Mantené tu mente abierta para encontrar diversas respuestas a los desafíos. ¡La creatividad será tu mejor aliada!
  3. Asumí tu responsabilidad (¡sos el capitán/a de tu barco!): Reconocé tu papel en los resultados de tu negocio, tanto en los éxitos como en los que no salieron tan bien. La responsabilidad te empodera para tomar medidas, pensar alternativas y reorganizar tu trabajo.
  4. Foco en el crecimiento y tus fortalezas: Identificá tus fortalezas y las de tu negocio. Dedicate a desarrollarlas y buscá oportunidades para crecer y expandirte. Un buen ejercicio es el "Punto A al Punto B":


¿Listos para cultivar la abundancia en tu negocio?


Cultivar una mentalidad de abundancia es esencial para superar obstáculos y alcanzar tus objetivos empresariales. Al aprender de los fracasos, enfocarte en soluciones, asumir la responsabilidad y centrarte en el crecimiento, ya estás en el camino correcto hacia el éxito.


¿Querés empezar hoy mismo a aplicar estos consejos y sentís que necesitás un empujón?

Así como potenciás tu mentalidad, también es clave potenciar tus números y tu estrategia. Si buscás esa tranquilidad y una contadora que hable tu mismo idioma, ¡hagamos equipo!

Mandame un WhatsApp hoy mismo contándome un poco sobre tu emprendimiento y te cuento cómo podemos simplificar tu camino y ayudarte a despegar. ¡Te espero!


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